Armando Bo: «El mundo del fútbol para mí es una parodia»
El cineasta, guionista y productor Armando Bo presenta este viernes la segunda temporada de “El presidente”, la producción de Amazon Prime Video que en tono de comedia y sátira retrata el entramado de corrupción detrás de la FIFA, y que en esta nueva entrega viaja al pasado para contar la historia de cómo el brasileño João Havelange logró apropiarse del organismo rector del fútbol mundial y transformarlo en el imperio multimillonario que es hoy.
“El mundo del fútbol para mí es una parodia en sí misma”, cuenta en charla con Télam el realizador de “El último Elvis” (2012) y ganador del Oscar por el guion de “Birdman” (2014), aquí director y showrunner. Es que esta segunda temporada, que lleva el título completo de “El presidente: El juego de la corrupción” y aunque está ambientada en otra época y con diferente elenco, mantiene el enfoque humorístico de la primera.
Mientras la temporada original (2020) seguía el affaire del mentado “FIFA Gate”, sus sucesos y personajes más relevantes a través de la mirada del pequeño dirigente chileno Sergio Jadue (Andrés Parra, en una más de sus camaleónicas transformaciones), los nuevos episodios trasladan la acción al comienzo de la trampa.
Luego del Mundial de Inglaterra en 1966, Havelange (encarnado por el portugués Albano Jerónimo) era un dirigente sudamericano más, sometido a los designios de una Federación Internacional completamente dominada por las asociaciones europeas. Tras el maltrato físico sufrido por Pelé en aquella cita mundialista y la temprana eliminación del por entonces bicampeón, el brasileño se obsesiona con inclinar la balanza del poder en dirección contraria.
De a poco y con todo en contra, postergando su vida personal y a sus seres queridos, el dirigente comienza una campaña para hacerse con el control. La clave: lograr el apoyo de la mayoría de los países menos relevantes en el concierto futbolístico. Allí se darán desopilantes historias, inspiradas en hechos reales, como la extenuante gira africana en clave proselitista de la selección brasileña ganadora de México del 70.
El Sergio Jadue del colombiano Parra regresa a la nueva temporada, esta vez como un cómplice narrador/figura fantasmal que guiará al espectador por el laberinto de Havelange.
Producida por el propio Bo a través de su productora About Entertainment, junto con Gaumont, Fábula y Kapow, el elenco de “El juego de la corrupción” se completa con Anna Brewster, Carol Abras, Nelson Freitas, Polliana Aleixo, Isadora Ferrite, Leonardo Cidade, Leandro Firmino, Demétrio Nascimento Alves, Fabio Aste y Phillippe Jacq.
Télam: ¿Siempre supiste que la continuación de esta historia sería una suerte de precuela?
Armando Bo: La verdad es que apareció la idea de la segunda temporada cuando estábamos filmando la primera. Se veía que funcionaba y me vinieron a preguntar qué me imaginaba, y me apareció la idea de por qué no contar el inicio del mundo de la corrupción. En un momento en que el deporte estaba manejado por europeos, este brasileño decide emprender esa batalla contra los molinos de viento, y logra conquistar el poder e inventar el sistema que se queda manejando el fútbol; esto de que el poder lo tienen los equipos chicos. La historia retrata ese descubrimiento de Havelange, de que apoyándose en los países africanos podía desbancar a los europeos de la FIFA.
Havelange fue un tipo que negoció con todas las dictaduras militares, al que nunca le importó mucho nada más que trascender y cómo hacer crecer ese negocio que él veía detrás y que todos consumimos. Y vaya si lo hizo.
T: Jadue era un punto de ingreso a este mundo que invitaba a través de la mirada de un pusilánime. Havelange, por su parte, es otro tipo de hombre. ¿Qué dificultades entrañaba este tipo de protagonista?
AB: Uno de los grandes desafíos fue cómo mantener el tono de la serie de la temporada 1, de esa tragedia griega que vive Jadue y que tenía humor naturalmente. Y la historia de Havelange no tenía tanto humor; era más seca, más dura, más informativa; fue bastante difícil encontrar cómo contar la historia de alguien que estuvo mucho tiempo en el poder. El tipo se murió a los 101 años y la primera idea fue que si se hubiera muerto los 98 años no hubiera visto el FIFA Gate. Por eso la serie empieza con su festejo de los 100 años y que nadie va, que me pareció muy absurdo.
T: ¿Qué curiosidades descubriste en el proceso?
AB: Sabía lo que creo que sabe cualquier persona que le gusta el fútbol, que es que manejó la FIFA, la inventó, la explotó y la hizo crecer. De una manera que creo que también hizo cosas positivas. O sea, unificó, le dio oportunidades a muchos países; que no creo que lo haya hecho porque era buen tipo, sino porque eso traía volumen y negocio. Aprendí mucho, y también de alguna manera pude transitar los años 70, viajar a África y ver cómo este tipo utilizando a Pelé logró conquistar y acercarse a los dirigentes africanos. Logré de alguna manera viajar al Mundial 78 y ver cómo Videla y Massera lo apretaron a Havelange y a él sin importarle nada.
T: ¿Por qué decidieron cambiar el foco del narrador? Antes narraba Grondona (Luis Margani), que era hombre que podía contar desde el conocimiento de haber estado ahí.
AB: El mundo del fútbol para mí es una parodia en sí misma; soy fanático del fútbol pero al mismo tiempo todo lo que sucede alrededor del fútbol me resulta muy difícil, entonces la idea de que el protagonista de la temporada 1, que era Sergio Jadue, este pequeño corrupto de Chile cuente la historia del gran creador de la gran corrupción me pareció muy absurdo y creo que le da un toque de humor a todo este relato, me ayudó a pintar a la serie de un mundo paródico, de llevarla un poco a los extremos.
La ironía de Don Julio habiendo muerto justo en el momento que explota el FIFA Gate era muy bueno para la temporada 1, pero al mismo tiempo que alguien incorrecto como Jadue cuente la historia de Havelange, alguien que Havelange nunca hubiera contratado, es muy gracioso.
T: ¿Te sorprende que se haya apagado tanto la atención de los medios, del público, sobre el FIFA Gate?
AB: Creo que es muy irónico que la temporada 1 haya sido sobre cómo explotó el FIFA Gate por la Copa de Qatar y que hoy estemos estrenando la temporada 2 con la Copa de Qatar sucediendo y que no haya cambiado tanto. Creo que es algo muy interesante como para relacionar en este momento que estamos por ir a este Mundial. Obviamente lo único que importa es que Argentina gane, ¿no? Pero al mismo tiempo no se puede no mirar las cosas que suceden por detrás.
T: Desde la primera temporada fundaste tu productora, About, con la que realizaste esta serie y otras que están en desarrollo. En este mismo tiempo el universo streaming terminó de crecer con la aparición de varios nuevos jugadores. ¿Qué encontrás en la serie como formato narrativo?
AB: Es muy difícil lograr calidad en tanta cantidad de horas de contenido. O sea, ocho horas de contenido es un montón, son como cuatro películas, tiene muchos desafíos productivos.
Creo que también los streamers en estos años se dieron cuenta de que no todo tiene que ser filmado; hubo como una explosión de filmar, de tratar de llenar con horas de contenido de lo que sea y creo que se dieron cuenta de que la gente no reacciona a cualquier cosa. Que las cosas tienen un tiempo, que las temáticas que se eligen son importantes para lograr relevancia. Creo que es un momento en el que hay un cambio en el mundo del streaming, donde claramente están mirando de nuevo, y diciendo “¿qué queremos contar y por qué? ¿Y qué puede conectar con las audiencias?”. Si no, ya es hacer por hacer.