Zelenski pidió a la ONU «garantizar la seguridad» en Zaporiyia y suma el respaldo turco
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, instó a la ONU y Turquía a «garantizar la seguridad» de la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia y blanco de bombardeos, tras recibir al secretario general del organismo, António Guterres, y a su par turco, Recep Tayyip Erdogan.
«La ONU debe garantizar la seguridad de este sitio estratégico, su desmilitarización y su completa liberación de las tropas rusas», afirmó Zelenski en su canal de Telegram poco después de su reunión con Guterres en Lviv, ciudad ubicada en el oeste de Ucrania.
El mandatario ucraniano denunció el «terror deliberado» provocado por Rusia, que «puede tener consecuencias catastróficas para todo el mundo», consignó la agencia de noticias AFP.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de haber bombardeado la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, ocupada por las fuerzas enviadas por el Kremlin desde marzo, pocas semanas después de haber invadido a su país vecino.
El gobierno ucraniano asegura que Moscú almacena armas pesadas en la central y que desde allí bombardea posiciones ucranianas.
«La ONU debe garantizar la seguridad de este sitio estratégico, su desmilitarización y su completa liberación de las tropas rusasVladimir Zelenski
También acusa a las tropas rusas de efectuar disparos contra sectores de la central con el fin de responsabilizar de esos bombardeos a Ucrania.
La desmentida rusa
Las autoridades rusas negaron haber desplegado armas pesadas en el lugar y afirmaron que allí solo hay unidades encargadas de garantizar la seguridad de las instalaciones.
El Kremlin acusó además a Kiev de preparar una «provocación arrolladora» en la central con ocasión de la visita a Ucrania del secretario general de la ONU.
En este marco, Zelenski dijo que acordó con Guterres los parámetros de la posible visita a la planta de una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia nuclear de la ONU liderada por el argentino Rafael Grossi, al señalar que se debe realizar «de forma legal a través del territorio liberado de ocupantes».
Al mismo tiempo, el secretario general de la ONU declaró que está trabajando en el envío de la misión de la ONU a Elenovka, ubicada en Donetsk, provincia del este de Ucrania y controlada por fuerzas rusas, para investigar el bombardeo de un centro penitenciario que tuvo lugar a finales de julio y en el que fallecieron prisioneros de guerra ucranianos.
En el mismo sentido, Zelenski abordó con Erdogan la situación de Zaporiyia, la cooperación militar y el pacto para desbloquear la venta de granos ubicados en Ucrania.
«La visita del presidente de Turquía a Ucrania es un potente mensaje de apoyo, viniendo de un país tan poderoso», escribió Zelenski en Telegram.
Guterres tiene previsto visitar este viernes Odesa, uno de los tres puertos mencionados en el acuerdo de exportación de granos, antes de viajar a Turquía para visitar el Centro de Coordinación Conjunta (CCC) que supervisa el pacto, que está ubicado en la ciudad de Estambul.
Según Turquía, desde el 1 de agosto unas 622.000 toneladas de cereales partieron ya rumbo a los mercados mundiales desde Ucrania, con 25 barcos que zarparon desde los puertos del mar Negro y otros 18 que atracaron para continuar con las exportaciones.
De acuerdo con la ONU, los principales destinos de esos envíos fueron Turquía (26%), Irán (22%) y Corea del Sur (22%).
Ucrania y Rusia son dos de los mayores exportadores mundiales de granos, cuyos precios se dispararon desde la invasión rusa el 24 de febrero.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 345 millones de personas en 82 países enfrentan una inseguridad alimentaria aguda -una cifra récord-, mientras que hasta 50 millones de personas en 45 países corren el riesgo de morir de hambre si no reciben ayuda humanitaria.
Persistencia de los combates
Mientras tanto, en el terreno continúan los combates y se multiplican las víctimas civiles, como en Jarkov, segunda ciudad de Ucrania, y la circundante provincia del mismo nombre, que sufrieron bombardeos entre miércoles y jueves que dejaron por lo menos 11 fallecidos.
Cuatro de las muertes ocurrieron este jueves, dos de ellas en Jarkov capital y dos más en Krasnograd, unos 80 kilómetros al sur, dijo el gobernador de la provincia, Oleg Sinegubov, en la aplicación de mensajería Telegram.
El alcalde de Jarkov, Igor Terekhov, dijo que al menos cinco misiles impactaron de madrugada contra distintos barrios, provocando «un incendio muy grande en un edificio administrativo».
El miércoles, el alcalde denunció «siete muertos y 17 heridos» por el impacto de un misil contra un edificio residencial, que Zelenski denunció como un «ataque despreciable y cínico».
La situación continuó tensa alrededor de la central nuclear de Zaporiyia, que, según Ucrania, volvió a ser atacada por Rusia, esta vez con tanques.
Uno de esos bombardeos cayó en un edificio de almacenamiento radiactivo y otro provocó la suspensión automática de un reactor.
«Nadie podía prever que las tropas rusas dispararían contra los reactores nucleares con tanques. Fue algo sin precedentes», denunció el ministro del Interior, Denys Monastyrsky, durante una visita a Zaporiyia capital, ciudad situada a 50 kilómetros de la planta.
El Ministerio de Defensa ruso rechazó la acusación por ridícula y reiteró que Rusia no desplegó armas pesadas en la central.