La historia de los refranes: «El que no llora no mama»
El que no llora no mama
¿Cuántos modos tiene un bebé de expresar que quiere la teta o la mamadera? Uno solo: llorando… ¿Qué significa este refrán? Que si no preguntás, no te contestan, y si no pedís no te dan nada… ¡Y sí!
Los bebés se comunican llorando, y es más, a través de los distintos tonos del llanto, los padres (más las madres) pueden distinguir si lo que tienen es hambre, sueño o algún dolorcito… Después, una vez crecidos, los exbebés gritan: “Che ma, tengo hambre”…
Y ya de grandes, pedir es todo un tema… O nos convertimos en pedigüeños seriales, esa gente que no puede vivir sin pedir siempre algo, lo que sea; o tenemos dificultades para pedir, nos cuesta hacerlo, por vergüenza, timidez, orgullo…
¡Y están los que no piden porque tienen tanto pero tanto que sencillamente no tienen nada que pedir!… El Centro Virtual Cervantes autoriza a quienes pretendan lograr algo, solicitarlo varias veces, hasta despertando la compasión si hiciera falta…
17:53 Sale con fritas!!!!!
Al final sabremos que este refrán, sintetizado en un llanto de bebé con hambre, se origina en la Biblia. La carta del apóstol Santiago, capítulo 4, versículos 2 y 3 lo enunciaba así: “No obtenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal”…
Algunos opinan: No pasan más cosas porque no las pedimos, y no las pedimos porque no nos creemos que puedan pasar… Otros anuncian: Este es el tiempo de los imposibles, voy a empezar a pedir imposibles… Bueno, empezá nomás…
“Siempre hay que darle una oportunidad al milagro”, recomendaba Jorge Guinzburg. Pedir, pedir, pedir… y a esperar que llueva café… Si el siglo veinte era un cambalache problemático y febril, ¿que podríamos empezar a decir del veintiuno, del que ya conocimos su quinta parte… ¿será la mejor?…