Gran expectativa por el esperado primer debate entre Lula Da Silva y Bolsonaro
Brasil ha comenzado a desandar el camino hacia un nuevo proceso eleccionario que definitivamente no será uno más. Se trata de la elección tal vez más polarizada de las últimas décadas, que pone cara a cara a dos rivales en extremo. Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro, los máximos referentes de la izquierda y la derecha en el gran país sudamericano.
Con este marco es que se espera que este domingo los contrincantes se enfrenten en un debate que promete dar mucha tela para cortar.
Por su lado, Lula, ex presidente brasileño ha confirmado formalmente que va a estar presente en el esperado debate de la campaña para las elecciones de octubre. La confirmación llegó luego de varios días de dudas. Entre tanto, hasta primeras horas de este domingo, el presidente Jair Bolsonaro, no había confirmado ni asegurado su presencia.
De hecho, el actual mandatario de Brasil, fiel a su estilo con permanentes desaires -sobre todo a la oposición política- no parece estar muy entusiasmado con enfrentarse al líder izquierdista y, mucho menos, a debatir y polemizar.
Bolsonaro destacó este sábado los subsidios que su Gobierno otorga a los pobres en su primer programa de propaganda electoral en la televisión, mientras que su principal rival en los comicios, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, denunció el aumento del hambre.
Bolsonaro utilizó su propaganda para prometer que, si gana las elecciones del próximo 2 de octubre, mantendrá los nuevos subsidios que su Gobierno empezó a entregar a 20 familias pobres desde este mes de agosto, en medio de una gran polémica, porque la ley electoral veta la concesión de nuevos beneficios sociales en época de campaña.
Subsidios y polémica
Los nuevos subsidios implicaron un alza del 50 % en el principal el principal programa gubernamental de ayuda social, que llegó hasta los 600 reales (unos 120 dólares) por familia. Para aprobar ese incremento fue necesario recurrir al Parlamento para que declarase el estado de emergencia y aprobase una enmienda constitucional.
La propaganda de Bolsonaro, que dispone de 2,38 minutos de duración en cada bloque de anuncios, el segundo tiempo más largo de todos los candidatos, también afirmó que el Gobierno está logrando crear empleos y está bajando el precio de los combustibles, gracias a nuevos subsidios recién aprobados con igual polémica. En el anuncio, se describió al líder de la ultraderecha como «un hombre simple, honesto, directo, que habla lo que piensa y lo que siente».
Esperanza en mala situación general
Lula, con el apoyo de diez partidos, cuenta con un minuto de televisión más que Bolsonaro (3,39 minutos) y usó su tiempo en pantalla para denunciar que «millones de hermanos y hermanas brasileños no tienen qué comer». Sin citar a Bolsonaro, Lula se preguntó «¿cómo un país tan rico pudo retroceder tanto?» y «¿cómo puede no importarle a un gobernante el sufrimiento de tanta gente?».
Bolsonaro causó controversia el viernes, al negar que en Brasil haya «hambre de verdad», alegando que no ve a gente pidiendo pan a las puertas de las panaderías.
El anuncio de la campaña de Lula pregunta al elector «¿qué Brasil quiere, el del odio o el del amor?» y promete «reconstruir» el país.
La televisión brasileña
La televisión siempre tuvo un papel fundamental en las elecciones desde la redemocratización del país en los años 80, porque es la única forma de que los candidatos consigan llevar su mensaje a todos los votantes, algo que sería imposible de otra forma, dadas las dimensiones continentales de Brasil.
La única excepción ocurrió precisamente en la campaña de 2018, cuando Bolsonaro logró ser el candidato más votado en la primera vuelta, a pesar de contar entonces con unos pocos segundos en pantalla, lo que se explica en parte por el ingente trabajo que realizó su campaña en las redes sociales.
A pesar de lo ocurrido en 2018, la televisión y la radio continúan siendo claves para alcanzar a la población pobre, y en especial en las áreas rurales, donde la penetración de internet todavía está lejos de la media del país.
Tratando de llegar a ese electorado, en su primer programa de radio, este sábado, la campaña de Bolsonaro se sirvió un locutor con un marcado acento del noreste de Brasil, la región más pobre del país y donde Lula cuenta con una mayor ventaja en los sondeos.
En el conjunto de Brasil, las encuestas muestran que Lula aventaja en cerca de 15 puntos porcentuales a Bolsonaro, pero en el noreste, la diferencia entre ambos llega a 35 puntos.
Se espera que este domingo sea uno de los momentos más decisivos de la campaña electoral, pues se celebrará el primer debate, y probablemente el único de cara a la primera vuelta de las elecciones.
Al debate han sido invitados los seis principales candidatos a la Presidencia y, de momento, el único que no ha confirmado su asistencia de forma oficial es Bolsonaro, quien este viernes admitió la posibilidad de acudir a la cita, aunque dijo que espera que será «fusilado» por todos sus contrincantes.