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Esteros del Iberá: el ecoturismo se posiciona en el segundo humedal más grande del mundo

Un amplio abanico de alojamiento para todos los gustos y bolsillos se abre con hoteles boutique hosteras y posadas cabaas hospedajes y campings
Un amplio abanico de alojamiento para todos los gustos y bolsillos, se abre con hoteles boutique, hosterías y posadas, cabañas, hospedajes y campings.

Los esteros del Iberá, uno de los destinos más preciados del norte argentino, son la opción más demandada en Corrientes por los amantes del ecoturismo, que tienen la posibilidad de descubrir la gran variedad de fauna y flora del segundo humedal más grande del mundo, después de El Pantanal, ubicado en la región del Mato Grosso del sur brasileño.

Tras un exitoso fin de semana largo en el que hubo ocupación hotelera del 100 por ciento, el ministro de Turismo de la provincia, Sebastián Slobayen, adelantó que para las vacaciones de invierno las reservas ascienden al 80 por ciento, con multiplicidad de precios y servicios.

La Reserva Natural del Iberá se extiende por un millón y medio de hectáreas e incluye el Parque Nacional Iberá, con 158 mil hectáreas, el parque Provincial Iberá, con 592.700 hectáreas, y el Gran Parque Iberá, con 750.700 hectáreas.

Esteros, ríos y lagunas, pastizales, palmares de caranday y montes nativos con árboles de gran porte como el alecrín, higuerón, urunday, viraró, timbó y laurel negro, conforman la postal del escenario natural en el Iberá.

Se registraron ms de 370 especies de aves
Se registraron más de 370 especies de aves.

En su recorrido por el área protegida los viajeros pueden descubrir yacarés negro y overo, ciervos de los pantanos, carpinchos, zorros y corzuelas, entre otras especies.

«Se pueden avistar fácilmente, ñandúes y boas curiyú y ocasionalmente, aguará-guazú, gatos monteses, osos hormigueros, y pecaríes de collar», señala la fundación Rewilding que trabaja en la recuperación de los ecosistemas naturales y agrega que también «se registraron más de 370 especies de aves».

Los paseos y excursiones en kayak, canoa a botador, bicicleta o caminatas para apreciar en profundidad la vida silvestre de los Esteros del Iberá, son algunas de actividades que se ofrecen al visitante del turismo de aventura.

Dónde alojarse

Las opciones de estadía son de las más diversas y «pueden rondar entre los 10 mil pesos por día por persona, a los 35 ó más de 40 mil pesos las más costosas, con la modalidad todo incluido, también las excursiones», detalló el secretario de la Cámara de Turismo de Corrientes, César Zanone en diálogo con Télam.

Un amplio abanico de alojamiento para todos los gustos y bolsillos, se abre con hoteles boutique, hosterías y posadas, cabañas, hospedajes y campings, según el portal de acceso a los esteros que se elija, dado que por la amplia extensión del parque hay distintos puntos de ingreso, entre ellos los de Carambola, San Nicolás, Laguna Iberá, San Antonio, Galarza y Cambyretá.

Una de las novedades en el Iber es el alojamiento en glamping una forma de campamento de lujo que permite pernoctar en medio de la naturaleza
Una de las novedades en el Iberá es el alojamiento en glamping, una forma de campamento de lujo que permite pernoctar en medio de la naturaleza.

En todos los casos los precios son por persona y algunos incluyen sólo el desayuno y se incrementan los costos de acuerdo a las preferencias del turista, en cuanto a excursiones y servicios, mientras que otros se promocionan con todo incluido, hasta los paseos con guía de sitio para avistaje de la fauna.

Una de las novedades en el Iberá es el alojamiento en glamping, una forma de campamento de lujo que permite pernoctar en medio de la naturaleza con todas las comodidades y servicios.

Uno de ellos -con tres domos con capacidad para cuatro personas cada uno- se encuentra ubicado en una isla, a 180 kilómetros de la capital de Corrientes, entre las localidades de Santa Rosa y Concepción, donde se ofrece pensión completa (seis comidas), visita al parque Iberá, recorrido en lancha con guía, charla sobre la biodiversidad de los esteros y paseo en kayak, entre otras actividades.

En Colonia Carlos Pellegrini se puede optar por alojarse en lodges a orillas de la laguna Iberá, cabañas, y campings con completas instalaciones, una alternativa más elegida en temporada de primavera-verano.

Por ejemplo, el Camping Municipal Iberá dispone de quinchos, parrillas y baños con duchas de agua caliente, por un precio de 600 pesos por persona y 500 pesos por vehículo, informaron a Télam y aclararon que no realizan reservas, sino que se abona en el ingreso.

En su recorrido por el rea protegida los viajeros pueden descubrir yacars negro y overo ciervos de los pantanos carpinchos zorros y corzuelas entre otras especies
En su recorrido por el área protegida los viajeros pueden descubrir yacarés negro y overo, ciervos de los pantanos, carpinchos, zorros y corzuelas, entre otras especies.

Quiénes elijan el campamento, tienen también el cámping del portal San Nicolás, a 17 kilómetros de la localidad de San Miguel, de ingreso gratuito, al que se puede llegar solamente con vehículos de doble tracción.

Los viajeros que no cuenten con vehículos de estas características «podrán contratar un transfer por 6.500 pesos, para el traslado de 4 o 5 personas», explicaron a Télam en la oficina de Turismo municipal.

Respecto de los servicios, enumeraron que posee quinchos con fogones y baños con ducha y si bien puede pernoctar, no hay proveeduría ni agua potable, por lo que se debe ingresar con provista.

Está situado a menos de siete kilómetros está el arroyo Carambola, con disponibilidad de paseos en canoa a botador, excursiones en kayak, avistamiento de aves, cabalgatas, senderismo, ciclismo y ofrecen también visitas a artesanos de San Miguel, donde también hay alternativas de alojamiento.

Para las vacaciones de invierno las reservas ascienden al 80 por ciento con multiplicidad de precios y servicios
Para las vacaciones de invierno las reservas ascienden al 80 por ciento, con multiplicidad de precios y servicios.

Los esteros del Iberá invitan a una aventura única en la riquísima biodiversidad del segundo humedal más grande del mundo, la oportunidad de recorrer los espejos de agua, ver la fauna silvestre, saborear comidas típicas, conocer la gente de los pequeños pueblos aledaños y compartir la cultura de la tierra con «payé». Lo leíste en #Retro Classic

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