El Gobierno italiano afrontará este jueves una votación clave en el Senado, con un «voto de confianza» al Ejecutivo del premier Mario Draghi amenazado por las tensiones internas con el Movimiento Cinco Estrellas, mientras el Vaticano pidió a la dirigencia del país que actúe con «responsabilidad» ante la posible crisis.
El Senado italiano tratará este jueves un paquete de medidas sociales y económicas conocido como «DL Ayudas» para el que Draghi pondrá en el recinto el denominado «voto de confianza» por el que ata el resultado de la votación a la continuidad de la coalición de Gobierno.
El proyecto, que el lunes obtuvo media sanción de Diputados, tiene el rechazo de uno de los miembros de la coalición, el Movimiento Cinco Estrellas, que podría retirarse del recinto durante la votación.
Este miércoles, tras una reunión del Comité Nacional de la fuerza transmitida en streaming, el líder del Cinco Estrellas y expremier Giuseppe Conte dio pistas firmes sobre el rechazo al voto de confianza y aseveró que «el país está al límite, la situación ha cambiado».
«Somos el único partido que presiona al gobierno en emergencias. Necesitamos una fase diferente”, planteó Conte, que hace semanas le reclama a Draghi mayores fondos para partidas sociales y de recuperación económica.
En Diputados, el Cinco Estrellas ya se retiró a la hora de apoyar el paquete económico con «medidas urgentes sobre políticas energéticas nacionales, productividad de las empresas y atracción de inversiones, así como sobre políticas sociales y la crisis de Ucrania».
Ante la posibilidad de una ruptura en la mayoría, otros miembros del Gobierno como la Liga, de derecha, y el Partido Democrático, de centroizquierda, ya avisaron que un rechazo explícito del Cinco Estrellas supondría el fin del Ejecutivo y la necesidad de adelantar las elecciones, previstas por ahora para marzo de 2023.
En ese marco, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin convocó este miércoles en diálogo con la prensa a que el Gobierno tenga «responsabilidad» y pidió al Ejecutivo «trabajar juntos y no dividirse».
El martes, Draghi había insistido en que no ve que sea posible «un Gobierno sin el Movimiento Cinco Estrellas».
Los cruces entre Draghi y el líder del Cinco Estrellas se intensificaron en los últimos días tras los reclamos de Conte para un cambio de dirección económica del Gobierno, con reclamos de mayores fondos para la reactivación económica y social.
Una salida del Cinco Estrellas de la coalición restaría al oficialismo 105 diputados y 62 senadores, aunque aún conservaría 449 legisladores sobre 630 en la Cámara Baja y 203 sobre 321 en la Alta.
Si bien Draghi planteó que no se imagina una composición distinta del Gobierno, buscando alejar los rumores de salida del Cinco Estrellas, una ruptura de parte de la fuerza de Conte dejaría a la Liga especialmente fortalecida dentro de la coalición, con 131 de los 449 diputados y 61 de los 203 senadores.
