Los directores italianos Marco Martinelli y Ermanna Montanari, integrantes de la Compañía Teatro delle Albe, llegan a Buenos Aires para presentar «Fedeli d’Amore», definido por ellos como un «políptico en siete cuadros para Dante Alighieri», que recrea la última noche del autor de la «Divina Comedia» en Rávena.
La puesta, que combina luces, música y texto en una performance de una actriz y un trompetista, tendrá estreno argentino este viernes, a las 20.30, con funciones hasta el miércoles 5 de octubre y se desarrollará en la sala Casacuberta en el marco de la temporada internacional del Teatro San Martín.
Paralelamente a la presentación de este espectáculo, el dramaturgo y director Marco Martinelli dictará un taller-laboratorio gratuito titulado «El purgatorio de los poetas», destinado a público general.
Fundada en Rávena en 1983 por Montanari y Martinelli, la compañía Teatro delle Albe se ha caracterizado por una original propuesta escénica que surge de la combinación de elementos del teatro tradicional de la región italiana de Emilia-Romaña y diferentes modalidades performáticas.
Para hablar sobre esta puesta, Télam dialogó con Ermanna Montanari, intérprete, cantante y codirectora de «Fedeli d’Amore».
Télam: ¿Cómo surge «Fedeli d’Amore», qué propone y con qué se encontrará el público argentino en el teatro?
Ermanna Montanari: «Fedeli d’Amore» nació mientras trabajábamos en la obra «Cantiere Dante», la «convocatoria pública» de la «Divina Comedia». En el verano de 2017 acabábamos de realizar el primer canto, Inferno, en las calles y plazas de nuestra ciudad, con cientos y cientos de ciudadanos de Rávena, todos participantes activos como en una representación sagrada medieval, o como en un teatro de masas a la manera de Vladimir Mayakovski. Y antes de pasar a una puesta en escena igualmente impactante con Purgatorio, hemos querido crear una «joya» más íntima para el escenario, un concierto de voz y partitura, luces y sombras. La dramaturgia se centra en la última noche de Dante Alighieri, muerto en Rávena de fiebre palúdica en septiembre de 1321: es un himno a los «fedeli d’Amore», la hermandad de poetas de la que formaba parte Dante, mencionada por él en su poema juvenil, la Vita nova.
T.: ¿Cuál es la importancia para ustedes del Dante y cómo lo conectan con la actualidad en la obra?
EM: La universalidad del relato de Dante habla a todos y en todas las latitudes: todos sabemos, por experiencia, lo que es sentirse perdido en la «selva oscura», en las arenas movedizas de nuestra angustia, a punto de ahogarnos, cuando un sabor a muerte nos amarga los labios. Asumimos el reto de convertir la «Divina Comedia» en teatro, escuchando su íntima teatralidad, abandonándonos a su poesía vertiginosa. La palabra «teatron», que significa «visión», se encuentra en la definición que el mismo Dante da de su obra, «visión admirable», por lo tanto, teatro admirable, capaz de acoger en su campo visual a toda la humanidad en sus múltiples experiencias, desde el obsceno y sangrante fondo del Inferno hasta el melancólico desvanecimiento del Purgatorio, para finalmente ascender donde la visión y la palabra se transmutan en el inefable Paradiso. La universalidad de la obra maestra de Dante radica en el personaje de Dante como «el hombre común», como lo define Ezra Pound. Ese hombre «perdido» en el » selva oscura» de sus miedos, sus errores, su desesperación. Todos somos, y como Dante también, todos queremos salir de esa condición y aspiramos a la luz.
T. ¿Cuál es el abordaje particular teatral que propone el Teatro delle Albe?
EM: Desde su creación en 1983, la poética de la compañía toma la tradición teatral, desquiciándola, y nunca separa el arte de la existencia: la política y la estética son para nosotros dos caras de la misma moneda. Trabajamos a cuatro manos de forma alquímica e inseparable: yo me centro especialmente en la investigación vocal y su relación con el universo sonoro, además de estar atenta al espacio escénico y las invenciones visuales, mientras que Marco se dedica a escribir y dirigir. Compartimos el amor por la radiodifusión: yo he fundado recientemente Malagola, Escuela de Vocalidad y Centro de Estudios de la Voz, Marco lleva treinta años dedicándose a la no-escuela, un cortocircuito entre la adolescencia y los orígenes dionisíacos del teatro.
T: ¿Podrían contarnos algo del sentido y la dinámica del taller-laboratorio El purgatorio de los poetas que desarrollarán en paralelo a las funciones en Buenos Aires?
EM: El Purgatorio es el canto de la poesía, del recomenzar. Es el canto del «nosotros», del coro cantando su propia alegría, de ascender juntos: «¿No te das cuenta de que somos gusanos / nacidos para formar la mariposa angelical?» El laboratorio involucrará a los ciudadanos en compartir un camino hecho juntos, quizás una vocación pública se pueda encontrar en el teatro hoy también a través de una toma de responsabilidad que es a la vez arte y política. El imán será la poesía. Dante en primer lugar, pero tras él también Mayakovski, Emily Dickinson, Ezra Pound, Hetty Hillesum, Jorge Luis Borges: los versos serán el instrumento que permita sondear el fango del inconsciente para que emerja el oro.
«Fedeli d’Amore» se verá en cinco únicas funciones: el viernes 30 de septiembre, sábado 1º, domingo 2, martes 4 y miércoles 5 de octubre, a las 20.30, en la sala Casacuberta del Teatro San Martín (Avda. Corrientes 1530).
El elenco está integrado por Ermanna Montanari (voz) y Simone Marzocchi (trompeta); tiene sombras de Anusc Castiglioni; dirección de sonido de Marco Olivieri; diseño de iluminación de Enrico Isola, música de Luigi Ceccarelli; espacio y vestuario de Ermanna Montanari y Anusc Castiglioni; e idea y dirección de Marco Martinelli y Ermanna Montanari.
