Scholz busca que las ganancias excepcionales de las empresas alivien las tarifas hogareñas
El jefe de Gobierno alemán, Olaf Scholz, criticó a los «productores que se aprovechan de los elevados precios del gas» y anticipó que quiere que los beneficios excepcionales obtenidos por algunos operadores energéticos se utilicen para aliviar las facturas de los hogares.
«Hay productores que sencillamente se aprovechan de los elevados precios del gas, que luego determinan el precio de la electricidad», declaró el canciller en conferencia de prensa.
En el documento presentado por el jefe de Gobierno, se sostiene que la retención «parcial» de las ganancias extraordinarias de algunos operadores energéticos permitiría crear «un colchón financiero que debería emplearse en aliviar el peso con el que cargan los consumidores en Europa» por los elevados precios de la energía.
«Hay productores que sencillamente se aprovechan de los elevados precios del gas, que luego determinan el precio de la electricidad»
El Gobierno alemán abogará por la aplicación de esta idea en toda la Unión Europea (UE) pero, si es necesario, está dispuesto a actuar a nivel nacional.
La reforma propuesta por Berlín no es igual a la del impuesto a las ganancias decidido por varios gobiernos europeos, precisó el ministro de Finanzas, Christian Lindner.
Una diferencia del plan del Gobierno alemán reside en la omisión del término gravamen, al que se opuso enérgicamente Lindner, quien clarificó que la figura propuesta no sería «una fuente de ingresos que se pueda planificar», informó la agencia de noticias AFP.
Se trataría de una contribución obligatoria impuesta al sector energético para aliviar los precios que podría aportar a las arcas públicas «decenas de miles de millones de euros», aseguró el ministro de Finanzas.
Al igual que toda la UE, Alemania se enfrenta a un fuerte incremento de los precios de la electricidad y teme por su propio suministro energético.
Scholz aseveró que su país tiene suministros y reservas suficientes de energía para afrontar el próximo invierno, después de que Rusia cortara sus envíos de gas a través del gasoducto Nord Stream I.
«Rusia ya no es un proveedor fiable de energía», por lo que el Gobierno alemán tomó «decisiones a tiempo» para evitar una crisis este invierno, como el llenado de los depósitos de gas, la diversificación de los proveedores o la reactivación de las centrales de carbón, explicó Scholz.