Liz Truss asumió como primera ministra y prometió sacar al Reino Unido de la «tormenta»
La conservadora Liz Truss asumió formalmente como primera ministra de Reino Unido y prometió sacar al país de la «tormenta» económica que lo sacude con un plan de reformas e inversiones para hacer frente a la crisis energética y la inflación, que alcanzó máximos históricos en la nación europea.
«Por muy fuerte que sea esta tormenta, sé que el pueblo británico es más fuerte (…) juntos podemos superar la tormenta», afirmó en un breve discurso en la puerta del número 10 de Downing Street, sede del Ejecutivo y residencia oficial.
La premier señaló que la economía, la sanidad pública y la crisis energética serán las tres prioridades de su Gobierno y aseguró que tomará «acciones esta semana para abordar las facturas de energía», cuya disparada asfixia a los británicos, reportó la agencia de noticias AFP.
Aunque admitió que la tarea «no será fácil», consideró que existe un margen para adoptar medidas que permitan hacer frente al aumento del coste de la vida.
Tras esta breve alocución, Truss entró en sus nuevas oficinas y residencia para nombrar a sus ministros.
Poco después fue felicitada en Twitter por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien se mostró confiado en «profundizar la relación especial» que mantienen ambos países desde hace décadas.
«Espero profundizar la relación especial entre nuestros países y trabajar en estrecha cooperación en los desafíos globales, incluido el apoyo continuo a Ucrania mientras se defiende de la agresión rusa», tuiteó el líder demócrata.
Congratulations to Prime Minister Liz Truss.
I look forward to deepening the special relationship between our countries and working in close cooperation on global challenges, including continued support for Ukraine as it defends itself against Russian aggression.
— President Biden (@POTUS) September 6, 2022
La vencedora en la interna del Partido Conservador, en la que derrotó al exministro de Finanzas Rishi Sunak en la carrera para reemplazar a Boris Johnson, había viajado esta mañana a Balmoral, la residencia de verano de la reina Isabel II en Escocia, donde la monarca, de 96 años, la invitó a formar gobierno.
Minutos antes de la audiencia, el primer ministro saliente presentó formalmente su renuncia a la reina, quien luego nombró a Truss como primera ministra.
Antes de viajar, Johnson pronunció un último discurso de despedida como premier en la entrada de la residencia oficial en Londres.
«Soy como uno de esos cohetes propulsores que ha cumplido su función y que ahora volverá a entrar suavemente en la atmósfera y chapoteará invisiblemente en algún remoto y oscuro rincón del Pacífico», expresó con su particular estilo.
«Y, como (el líder romano) Cincinnatus, vuelvo a mi arado. Y no ofreceré a este gobierno más que el más ferviente apoyo. Esto es todo, amigos», concluyó antes de hacer un recorrido por su gestión e instar a los conservadores a apoyar a Truss y terminar con las internas políticas.
No está claro de inmediato qué hará Johnson con su futuro, ya que vuelve al Parlamento como un diputado más.
Primeras medidas
Algunos de los principales medios británicos dicen que es probable que el equipo principal de Truss se convierta en el gobierno más de derecha en un siglo.
Este miércolesTruss, la tercera mujer en ese cargo en la historia del Reino Unido, presidirá su primer consejo de ministros y deberá enfrentarse en la Cámara de los Comunes al líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, que el lunes la acusó de «no estar del lado de la gente trabajadora», asfixiada por una inflación de más del 10%.
Se estima que entre las primeras medidas que anuncie se incluya congelar las facturas de luz y gas de los hogares y de las empresas por un plazo que puede extenderse dos años, con un costo de hasta 90.000 millones de libras esterlinas (unos 103.58 millones de dólares).
Truss habría mantenido conversaciones con las empresas de energía para determinar los términos de la medida, que podría anunciarse completa el jueves próximo.
Por el momento, el diario The Guardian reveló que esto daría como resultado que el precio tope de las facturas se mantuviera en 2.500 libras esterlinas (2.877 dólares) para el hogar promedio al año.
También se estima que se tenga en cuenta el subsidio universal de 400 libras esterlinas (460 dólares) que se entregará a los hogares en octubre, por lo que el límite del precio de la energía se mantendría efectivamente en torno a la tasa actual de 1.971 libras esterlinas (2.268 dólares).
Se estimaba que para enero el tope promedio alcanzaría las 6.000 libras esterlinas (6.900 dólares), una cifra que haría colapsar las finanzas de la mayoría de los británicos.
Según el mismo diario, los precios mayoristas del gas podrían tener un tope, lo que significa que el plan de la primera ministra también ayudaría a miles de pequeñas empresas al borde del colapso.
Truss habría rechazado la principal propuesta del Tesoro y las empresas de energía para congelar las facturas y agregar el costo durante los próximos años a las facturas de los clientes, ya que los críticos habían advertido que podría ser difícil de justificar cuando las empresas de energía estaban obteniendo grandes ganancias.
La flamante primera ministra también tendrá que luchar contra la inflación, que superó el 10% y se espera que alcance en octubre el 13% anual.
Entre otros temas, deberá iniciar conversaciones con Bruselas por el proyecto impulsado por ella misma durante la gestión de Johnson, de ley del Protocolo de Irlanda del Norte, que permite al gobierno anular elementos del acuerdo entre el Reino Unido y la UE, algo que probablemente provocará una feroz batalla parlamentaria en la Cámara de los Lores.
La relación con China también será uno de los ejes más conflictivos, debido a que Truss ve a este país como una amenaza para el orden internacional basado en reglas que ha regido el comercio y la diplomacia posteriores a la Segunda Guerra Mundial.